Impresionante y sospechosa nube-ovni se posó sobre el “Área 51”

Tweet Unas espectaculares imágenes, de una gigantesca nube con forma de ovni, están dando la vuelta al mundo. Se trata de unas capturas hechas por el fotógrafo estadounidense Jody Miller, quien las tomó en uno de los sitios más misteriosos del mundo: El “Área 51”. Según algunas teorías de conspiración, en dicho lugar Estados Unidos almacenaría los escombros de una nave de procedencia alienígena que se estrelló en Roswell, en 1947

Cabe recordar que en 2013, el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reconoció la existencia de dicho sitio, aunque no como lo pensaban los fanáticos de los ovnis

En las fotografías, publicadas por el periódico británico Dailymail, se observa una gran masa nubosa que deja un embudo sobre su base

Llama la atención el notorio contraste entre la oscura e imponente nube con la atmósfera imperturbable que la rodea dominada por un cielo azul.
¿Nubes lenticulares?
En términos meteorológicos, una nube “lenticular” es aquella que tiene forma de platillo, se forma a gran altura y sobre la cima de las montañas. Se originan cuando el aire que permanece estable, fluye sobre los sectores montañosos. Así, cuando las gotas creadas por la humedad suben por una pendiente pronunciada se condensan en nubes en el camino, y pueden tomar una forma en espiral en la parte superior

Se crean cuando el aire, que permanece estable, fluye sobre las zonas montañosas. De esta forma, cuando las gotas de humedad suben una pendiente pronunciada, se condensan en nubes en el camino, y pueden tomar una forma en espiral en la parte superior. Esto puede ser común para le gente que vive cerca de montañas, pero no así para los forasteros

¿Será la explicación a lo visto en el Área 51? Si nos dejamos guiar por las fotos tomadas por Miller, la nube no se ve sobre un cerro, sino sobre una planicie desértica, lo cual convierte a esta nube en algo poco convencional

Para ciertos creyentes en los fenómenos ufológicos, es posible que los ovnis se “disfracen” de nubes, o bien, que sus naves sean “etéricas” de la cuarta dimensión, las cuales no serían sólidas, pero que de vez en cuando se materializarían como vapor de agua.