Los residentes y visitantes de la ciudad austríaca de Linz fueron testigos de un fascinante evento: el
cielo nocturno sobre el río Danubio se llenó de luces, que al son de la música y en sincronía absoluta,
tomaban extravagantes formas y cambiaban de color.
Múltiples turistas compararon lo visto con una "espectacular invasión de ovnis". Sin embargo, para la
mayoría de los testigos no se trataba de ningún misterio: muchas personas adrede vinieron a la
ciudad para poder contemplar el baile de ‘luciérnagas’ que forma parte del festival ‘Voestalpine
Klangwolke’, que se celebra anualmente en las orillas del río.
El papel de los 49 ‘ovnis’ lo interpretaban pequeños aviones, controlados a distancia desde el suelo.
Aparatos, conocidos como 'cuadricópteros', fueron diseñados y construidos por un equipo formado
por miembros de las compañías Ars Electronica Futurelab y Ascending Technologies GmbH.
Cada uno de ellos tenía adjunta una pequeña linterna, la única parte que era perceptible para los
espectadores, que cambiaba de color e intensidad en una danza coordinada a seis metros de altura.
La propuesta, llamada 'nube de sonido', alcanzó el primer premio del festival.
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