Juana Díaz. Aunque muchos científicos y estudiosos de la vida en otros planetas investigan
y sueñan con llegar algún día a otro mundo, en una lomita del barrio Peñoncillo se construyó
una estructura que muchos llaman la casa platillo volador.
La vivienda se puede apreciar a simple vista desde la PR-52 y su impresionante diseño llama
la atención de grandes y chicos que se detienen a observar y tomar fotos de la peculiar
residencia.
Su creador, Roberto Sánchez, quien es nacido y criado en el sector Salistral, de La Playa de
Ponce, y quien por 30 años fue maestro de artes industriales, siempre tuvo el deseo de tener
una casa diferente a las demás y, de inmediato, trazó en su mente el diseño de la que sería su
casa.
Sánchez indicó que siempre estuvo entre sus planes que fuera en forma de ovni. “Aunque
nunca he visto un ovni, creo que hay vida en otros planetas”, dijo.
Explicó que le comentó a su compadre Ángel Colón que buscaba un terreno que tuviera una
loma, con excelente vista y que no afectara a viviendas aledañas. “Cuando vi el lugar, dije:
‘Ahí será’, y tan pronto lo compré, comenzamos a construir”, dijo el hombre.
Destacó que la casa octagonal representa su personalidad, y que gracias a los
conocimientos profesionales y su creatividad pudo hacer realidad su sueño.
Dijo que la construcción le tomó nueve meses y que contó con el apoyo económico de su ex
esposa Carmen Gloria Santos.
El ingenioso artista narró a Primera Hora que luego de tener la estructura en cemento
comenzó con la decoración de interiores. La misma resalta desde la entrada hasta el último
cuarto, incluyendo la cocina y el laundry, y la mayor parte es hecha con materiales
reciclados. “Iba a junkers y recolectaba las piezas por ahí”, añadió.
Cada mueble, cuadro, lámpara y pieza decorativa son exclusivas creaciones de su dueño.
Observar la sala es como ver un auto en pedazos.
Los muebles son asientos de carros, las
ventanas tienen cinturones de seguridad como cortinas y otras piezas automotrices
componen novedosas esculturas.
“He contado con la ayuda de varias personas, como mi compadre y mi hermano Héctor Luis
Sánchez”, señaló el orgulloso dueño de la vivienda.
Este mostró cada rincón de su hogar, en especial los cuartos y baños, donde envases
plásticos y de metal adornan sus paredes y toallas creativamente colocadas cubren los
techos.
Por otro lado, en el exterior de la casa, la que durante las noches es adornada con luces
multicolores y hasta con música de la película Close Encounters of the third kind, los paneles
que la cubren en su totalidad están hechos con zinc galvanizado, cientos de ceniceros y
bases de canastas para plantas.
“Me han dicho loco, pero yo estoy claro y respeto los comentarios de la gente”, sostuvo el
hombre, quien también disfruta de su retiro cantando con su grupo Expresión Latina.
Aunque es admirada por todos, la casa no está abierta al público ni está disponible para
fiestas.
“Las personas me gritan: ‘¿Cuándo despega?’”, comentó Sánchez entre risas.
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