«Los Foo Fighters eran objetos, normalmente esféricos, de diversos tamaños, que podían ir
desde unos centímetros de diámetro a tener el aspecto de un gran globo, y emitían un brillo
extraordinario. Su color también variaba; podía ser rojo, naranja o azul, aunque solía ser
blanco o plateado», determina el experto.
Al parecer, y según relataron algunos miembros de las tripulaciones aliadas, estas esferas
aparecían súbitamente en el cielo durante las misiones de bombardeo que se llevaban a
cabo en la Alemania nazi. En cuanto fueron vistas en unas pocas ocasiones, los soldados
decidieron ponerles este nombre en recuerdo de una serie de entretenimiento de la época.
«El curioso nombre de Foo Fighters tiene su origen en un personaje de una popular tira cómica
de la época, llamado Smokey Stover, cuyo vehículo se llamaba precisamente Foo Fighter y que
además solía decir la frase: ‘Where thereŽs foo, thereŽs fire’ (donde hay humo, hay fuego). Por
lo tanto, la expresión Foo Fighters podría traducirse libremente como ‘combatientes de
humo’», explica el historiador.
«Estos objetos se comportaban de un modo imprevisible y desconcertante. Se colocaban al
lado de los aviones aliados y les acompañaban durante un tramo. Si el aparato conseguía
burlarles, en segundos la bola luminosa volvería a seguirlo de cerca, ejecutando maniobras
imposibles para la tecnología de la época», sentencia Hernández.
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