martes, 12 de junio de 2012

Tres formas de invasión extraterrestre


La exdirectora del instituto SETI (Search for Extra Terrestrial  Intelligent), Jill Tarter, quiere poner fin al mito de los extraterrestres violentos, luego de que el célebre astrofísico Stephen Hawking declarara el pasado año que una invasión alienígena podría ser letal para la humanidad.
“Si los extraterrestres nos visitan el resultado podría ser muy parecido a cuando Cristóbal Colón llegó a América, evento que no terminó muy bien para los indígenas”, había advertido Hawking, uno de los tanques pensantes más respetados de los últimos 50 años.
Adicionalmente, un informe de la NASA alertaba en el verano pasado sobre el peligro de invasión extraterrestre. Según Seth D. Baum, Jacob D.Haaq-Misra y Shawn D. Domagal-Goldman, los tres científicos firmantes del documento, el cambio climático podría ser interpretado por alienígenas como una amenaza seria para el ecosistema planetario, y decidirlos a actuar agresivamente contra los humanos. Pero según la exdirectora de SETI, los alienígenas no están interesados en incluirnos en su dieta ni en esclavizarnos.
“Frecuentemente, los extraterrestres de las obras de ciencia ficción dicen más sobre nosotros que sobre ellos mismos”, señaló Tarter, en una clara alusión a la naturaleza beligerante de la raza humana.
“Hawking ha declarado que podrían (los alienígenas) colonizar la Tierra, pero con todo respeto yo no estoy de acuerdo. Si lograran visitarnos significa que tendrían una capacidad tecnológica lo suficientemente sofisticada como para no necesitar esclavos, ni buscar alimentos en otros planetas”, agregó.
“Miremos esas películas, Hombres de Negro III, Prometheus o Battleship, como entretenimiento y metáfora de nuestros propios miedos”, pidió la investigadora esta semana. 
Por su parte, el físico William James Stauton, de la Universidad de Pristina, ha ido incluso más allá al asegurar que muy probablemente somos parte de un gigantesco estudio galáctico llevado a cabo por un “laboratorio inteligente” montado sobre nuestras cabezas. 
Para Stauton, los continuos avistamientos de Ovnis y la secuencia de muchos fenómenos relacionados con lo paranormal constituyen señales involuntariamente emitidas por este monstruoso laboratorio pensante, “suspendido sobre la Tierra como un sombrero mexicano sobre un mexicano”.
“Nada es como nos lo imaginamos allá afuera”, aventura Stauton. “Formas de vida inimaginables e infinitamente complejas podrían estar de fiesta, a punto de descubrir su propio pasado a través de  nuestro presente, como nosotros mismos hemos visto en los organismos unicelulares terrestres el rastro de lo que fuimos alguna vez”.

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