fue escenario de un hecho que aún es un enigma. Le tomó muchos años contarlo. "No lo hablé por
vergüenza a la cargada, a que no te crean, a que no te tomen en serio", dice.
Maximiliano Palou
"La Nueva Provincia"
--¿Y qué sentiste en ese momento?
--Mi sensación fue de frío. Pero un compañero sintió calor total.
***
Eduardo había llegado unos meses antes de aquella primavera de 1978 a la Base Naval Puerto
Belgrano para cumplir con el servicio militar obligatorio.
--Yo estaba en el batallón que se dedicaba a la custodia de toda la Base -cuenta Eduardo en una
entrevista que le realizó el 1 de febrero de 2009, en La Plata, el investigador del fenómeno ovni Carlos
Iurchuk (*).
Eduardo --que prefirió mantener en reserva su apellido: "porque estas cosas no suelen tomarse en
serio"-- era parte, dentro del grupo que cuidaba la Base, del GAO: Grupo a la Orden.
--Era un grupo especial dentro de ese batallón. Eramos 8 y teníamos que estar siempre en guardia
--explica.
Cuenta también que las bromas eran normales con los que integraban el GAO.
--Inventaban que nos estaban atacando para que nosotros dejáramos de dormir y tuviéramos que
salir corriendo. Lo habitual en el servicio militar.
También eran habituales, según dice Eduardo, los relatos de los conscriptos que hacían guardias.
--Por lo general llegaban y decían que habían visto un ovni. Por supuesto que la mayoría nos
reíamos. Los que más veían eran los que hacían guardias sobre la línea de playa. Contaban que veían
luces de formas muy extrañas con movimientos raros y rápidos.
***
--Están atacando la Base... están atacando la Base --se escuchó en el handy.
Aquella noche la broma no era posible: venía del puesto 215 (el que estaba cercano a los
polvorines y uno de los más alejados de la zona central de la Base Naval Puerto Belgrano) y en ese
puesto no había un soldado solo, estaba con un suboficial.
--Las j... se hacían cuando los soldados estaban solos, cuando había un cargo no se podía --dice
Eduardo.
Y además se escuchaban los tiros.
--Salimos corriendo para el puesto. Cuando llegamos la escena era impresionante: el cabo y el
soldado le estaban tirando a Dios y María Santísima. Y además gritaban "está allá, está allá". A 200
metros había otra garita con otro soldado que tampoco paraba de tirar. Ahí me di cuenta de que no
era una broma, porque hubieran tirado 2 o 3 tiros, no miles.
--¿Y a qué le tiraban?
--A la nada. No sé... era una oscuridad total, los eucaliptus que había enfrente eran inmensos. Al
mar lo teníamos a la izquierda y además había un monte inmenso.
Cuando todo se calmó un poco el oficial habló con el cabo:
--¿Qué vio cabo?
--Un ovni.
Dice Eduardo que todos quedaron perplejos y que no sabían si reírse o no. En ese momento
recibieron una extraña orden:
--Capturen al ovni --gritó el oficial.
--¿Y? ¿Lo capturaron?
--Ja. Abrieron el portón y salimos de ahí en posición de combate, avanzamos unos 30 metros y ahí
fue que vimos surgir una luz intensa, como azul, muy fuerte, aunque no te enceguecía, te permitía
mirarla. Y así como la vimos, desapareció.
--¿Cuánto duró esa visión?
--Ah, eso sí que no te lo puedo decir: puede haber sido una eternidad o microsegundos.
--¿Había olor, algún sonido?
--Para nada. No escuché nada, no olí nada, no vi niebla, no quedaron rastros en el piso, nada,
nada.
--¿Y la forma?
--Como una gran calesita.
***
Eduardo dice que le dieron una orden que había que cumplir sí o sí:
--Nos dijeron: "De esto no se habla". Se nos apartó, supongo que era por seguridad porque nunca nos
dieron explicaciones.
--¿Y nada más?
--Cuando transcurrió el otro día cayó más gente a investigar, fueron hasta el lugar. Era gente de la
misma Base, pero que no pertenecía a nuestro batallón.
--¿Te hicieron preguntas?
--A los soldados no nos interrogaron. Calculo que al que más deben haber interrogado debe haber
sido al oficial. Andá a saber de dónde eran esos altos rangos que vinieron a investigar.
***
Eduardo no volvió a hablar del tema por 31 años. Tiene sus razones:
--Hasta que uno no lo ve es un incrédulo. Yo no lo hablé por vergüenza a la cargada, a que no te
crean, a que no te tomen en serio. Y para mí había quedado sólo en una anécdota, como tantas otras
en el servicio militar.
(*) Nació el 21 de enero de 1970 en La Plata. Es investigador del Fenómeno Ovni desde 1985.
Escribió artículos para Año Cero, Crónica del Fenómeno OVNI, Ufo (Brasil) y diferentes boletines y
webs nacionales e internacionales. Es miembro de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO), de la
Red Argentina de Ovnilogía (RAO), de la Red de Páginas en Español OVNINET, de la Fundación
Cosmos (México) y fundador de la Comisión de Estudios del Fenómeno OVNI de la República
Argentina (CEFORA). Expuso en congresos en nuestro país y el exterior.
Otros casos en la misma zona
* El 22 de mayo de 1962, pilotos de una formación de aviones de la Armada que volaba cerca de la
Base Aeronaval Comandante Espora observaron a varios objetos no identificados durante 35
minutos, en vuelos rasantes.
El alumno Eduardo Figueroa vio un objeto anaranjado que se movía según un rumbo oscilante por
debajo del horizonte del avión. Intentó perseguirlo, pero se le escurrió. El también alumno Roberto
Wilkinson, volando a 4.000 pies, informó que su carlinga fue súbitamente iluminada por un objeto
situado detrás del avión. Un ovni luminoso pasó entonces por debajo del aparato, perdiéndose de
vista sobre las luces de la ciudad. Durante su observación, la radio dejó de funcionar.
En tanto, la torre de control preguntaba al comandante de la escuadrilla si veía algo en el cielo. El
interpelado contestó que veía un disco u objeto luminoso y circular, de color anaranjado y del diámetro
aparente de la luna, a unos 30 grados sobre el horizonte y encima de Bahía Blanca. El ovni, entonces,
se desplazó hacia el sur, perdiéndose en la lejanía.
* El 2 de noviembre de 1963, desde la popa del transporte de la Armada ARA "Punta Médanos" fue
vista una enorme aeronave, que no pudo ser identificada. El inmenso ovni era redondeado y se movía
a gran velocidad. No mostraba luces de posición ni emitía el menor ruido.
Cuando apareció la máquina desconocida, las agujas de los compases magnéticos del buque se
desviaron súbita y simultáneamente. La energía que causó esta interferencia electromagnética viene
significada por la distancia a la que se hallaba el ovni que, según el informe de la Armada, se
encontraba a 2.000 mil metros del barco.
Cuando el ovni desapareció y los compases volvieron a su posición normal, el comandante del
transporte se comunicó por radio con el comandante en jefe de la Marina de Guerra y este se mostró
preocupado, al punto que ordenó al Servicio Hidrográfico que efectuase una investigación a fondo. La
nave se encontraba navegando frente a Bahía Blanca cuando ocurrió el hecho.
* En mayo de 1973, un avión de combate perteneciente a Puerto Belgrano desapareció sobre el mar
sin que jamás se volviera a saber de él. Los comentarios extraoficiales de militares informaban que,
periódicamente, los radares de la base o los propios pilotos en vuelo observaban, registraban y
perseguían ovnis
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