sábado, 11 de agosto de 2012

“Vi un ovni”

Los marcianos llegaron ya y no bailan “rica-chá rica-chá rica-chá rica-chá”. Tampoco se sabe si son verdes y si tienen un solo ojo, o si vienen por “Tatiana y sus amigos” como la canción del cubano Rosendo Ruiz Quevedo, quien creó la letra para la agrupación América en 1955, justo por esa época sonaba el tema en la radio en casa del mirandinoJairo Esparragoza, siendo un niño de 10 años. Coreó en más de una oportunidad: “de un platillo volador todos bajaron”. Ciertamente, 30 años después, por primera vez, Jairo vio bajar el Objeto volador no identificado (Ovni) sin clave de Cha chá. Eran entre las 6:00 y 7:00 pm del 17 de septiembre de 2008. 
Él se trasladaba en su vehículo por la autopista Guarenas- Guatire, a la altura del Centro Comercial Buenaventura, en el estado Miranda, al centro norte de Venezuela. “Ese día llovía con relámpagos y, para variar, estaba estancado en una kilométrica cola. En medio del fastidio me quedé viendo los rayos que salían del cielo. Me llamaron mucho la atención y saqué mi celular. Me puse a grabar lo que ocurría por ocio. Al cabo de un rato, pude observar en la cámara del teléfono una o dos esferas suspendidas en el cielo en pleno torrencial aguacero —que por varias horas congestionó gran parte de la ciudad capital y sus adyacencias—. Por supuesto, me sorprendí, cuando a los pocos minutos se me percaté de la extraña presencia”. En ese momento, Jairo soltó el teléfono y lo puso en el asiento del copiloto sin perder de vista aquella luz intensa que se movía esquivando los rayos. Sin embargo, no logró ver nada más allá. Tomó de nuevo su celular y continuó recogiendo el testimonio visual. “Fue muy curioso, aparecían justo cuando grababa. Por un lado, era bueno porque tendría cómo confirmar lo que vi. Verifique si se trataba de un avión, un helicóptero, y no. Tampoco era la cámara del teléfono ,la limpié y todo”. Jairo cruzó los dedos para que la batería del dispositivo móvil le alcanzara, ya le anunciaba que se apagaría. Antes de que eso sucediera, un relámpago impactó al objeto y desapareció de inmediato del cielo. La grabación llegó días después a manos del periodista Héctor Escalante, bloguero sobre ovni en Venezuela. Jairo desesperado por una explicación buscó en internet ayuda. “En la imagen capturada se aprecia como este rayo cambia rápidamente su coloración cuando se aproxima al Ovni, pasando de blanco azulado a violeta pálido” escribe el especialista luego de enviarlo a una prueba de análisis a Argentina. El informe firmado por Jorge Luis Figueiras, especialista en contenidos digitales de la Fundación Argentina de ovnilogía, FAO, que preside Luis Burgos, se lee: “Se evidencia que no hubo montaje y que posiblemente se trate de un artefacto tecnológico, de apariencia y comportamiento desconocido, lo que descarta el desplazamiento de aviones, helicópteros u otro tipo de aeronave conocida”. En el procedimiento del estudio le subieron la resolución a la imagen y apreciaron dos aparentes objetos que permanecen en varios cuadros, donde “se les percibe luminosos y con forma esférica”. El análisis también detectó la presencia de otros objetos de extraña apariencia, que dan la impresión de aparecer y desaparecer durante un fugaz e inadvertido desplazamiento sobre el espacio aéreo de la autopista Guarenas- Guatire. La historia de Julio desencadena otras más. “Con la publicación del video en YouTube mucha gente me ha escrito y agregan sus experiencias”, cuenta y justifica que él no es el único. De hecho, David Rosas, también residente en Guarenas, suma una experiencia parecida: “Yo tengo varios meses viendo objetos similares aquí en dirección sur. He posteado en foros de Cantv y en mi blog (www.loscorotos.blogspot.com) y como siempre algunas personas le buscan la explicación científica, o la explicación ‘jodedorcita’. Los que yo he visto tienden a aparecer pasadas las 11:00 de la noche, si los quieren ver deberán dirigir la mirada hacia arriba de Chalet Ville. Es muy curioso que salen luego que pasan dos aviones comerciales a gran altitud en esa dirección pasadas las 10:00 de la noche”. No estamos solos reza un dicho, y Jairo desde entonces confiesa que el tema se ha convertido de gran interés para él, “pudiera considerarme ahora aficionado. No llego a hacer un ‘skywatching’, no tengo tiempo para pasarlo mirando el cielo. Soy una persona normal, con casa, esposa e hijos. Me dedico a la administración. Esto fue algo fortuito. A raíz de mi primera experiencia he estado más sensible al avistamiento de ovnis, los he logrado captar en diferentes viajes de placer por Mérida, Margarita y Portuguesa”. Raymond Bermúdez, de 34 años, caraqueño, casado, papá de un bebé de dos años, pone la película de su vida en retroceso y encuentra que de adolescente en el estado Vargas, entre las montañas y el mar vio con su prima un ovni. Igualmente una luz que salió entre los árboles, que se escondía, luego iluminó su rostro, no pude ver más y desapareció. Sin embargo, describe la nave como las que Hollywood popularizó en la pantalla grande cuando él tenía 13 años. Una década después, a mediados de los años 90, el número de reportes sobre la observación de ovnis aumentó considerablemente en el mundo, especialmente en Gran Bretaña. Muchos ingleses dijeron que vieron luces extrañas moviéndose en el cielo, eventos que parecían desafiar cualquier explicación científica. En uno de los incidentes, aviones de combate fueron enviados al norte del Bélgica para interceptar una serie de raras luces divisadas entre 1989 y 1990. Los radares detectaron algo, pero hasta ahora nadie ha podido explicar de qué se trataba. En los documentos desclasificados que la Nasa ha revelado, los investigadores británicos concluyen que detrás de algunos de los casos había una razón lógica. David Clark, un experto de la Universidad Hallam de Sheffield que tuvo acceso a los archivos del ministerio de Defensa, dijo a la BBC que, por ejemplo, el avistamiento de un ovni en Cosford (sur de Inglaterra) en 1993 fue atribuido a una nave rusa. Justo el 10 de septiembre de ese año la televisión americana aprovechó para maravillar o, como dijo Clark, influir al espectador en el tema de los ovnis al estrenar The X-Files (Los Expendientes X). “Esa serie contribuyó a que las autoridades recibieran más reportes en tiempos que se cuestionaba el avistamiento Roswell británico y luego vendría el caso Roswell estadounidense, explicó Clark. Más lejos aun se encontraba Venezuela de ese efecto éxito The X-Files que incrementó el interés de los alienígenas en la conquista la Tierra. Raúl Olivar, ovnílogo aficionado, maneja cifras extraoficionales de que en Venezuela actualmente más del 80% de los habitantes en algún momento de sus vidas han presenciado situaciones inexplicables desde el punto de vista de la lógica común, pero existe una gran cantidad de personas que no creen que el fenómeno ovni se suscite en nuestro territorio, lo que reduce la recopilación de testimonios. Hace 20 años el tema no tenía la misma repercusión que ahora. No trascendía. A juicio del especialista la ubicación territorial del país, en especial las zonas montañosas se pueden ver muchos ovnis. En su blog Olivar recopila diferentes historias que le llegan de todos los rincones del país que evidencia que “los ovnis conviven con nosotros más de lo que creemos”. Sin embargo, él expone que no hay parámetros establecidos que justifique la presencia de estos tipos de fenómenos. “Sin duda influye las zonas boscosas y con afluentes de aguas (dulces y salada). 
Apenas son elementos comunes. También hay investigaciones que coinciden que los avistamientos siempre ocurren cerca de plantas eléctricas”. Los estados con mayor avistamientos de ovnis en Venezuela son: Zulia, Falcón, Mérida, Carabobo, Aragua y Caracas. Esa es la estadística de Escalante como resultado de la cantidad de correos electrónicos que recibe y llamadas. Especialistas brasileños y chilenos de la FAO —con los que se contacta semanalmente—, le han revelado al bloguero que Venezuela forma parte de las zonas calientes del mundo con mayor actividad de ovnis, le sigue México, Chile, Argentina, Brasil y España. “Estamos en pañales, tenemos muy poca trayectoria en Venezuela en la investigación. Quizás porque la gente no lo toma tan en serio como lo hacen los argentinos. Esto es un trabajo serio, y ojo no se hace fortuna. Hay un vínculo con organizaciones de afuera, con la que intercambiamos opiniones”. Escalante compara que, por ejemplo, en Argentina existen reportes a diario de ovnis, hay más casos expuestos en la TV, radio y en los periódicos. Ellos no ridiculizan el tema. Aquí la gente en Venezuela piensa que su testimonio podría interferir con su trabajo y en sus relaciones interpersonales. Si le cuentas a tus amigos una historia de haber visto Objetos voladores no identificados enseguida te toman por loco. Es necesario difundir esta información. que no se quede en un relato. Los ovnis no necesariamente tiene que ver con extraterrestres”. Los marcianos no han llegado

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